Una fotografía...

Las fotografías son increíblemente interesantes, aunque a simple vista son un trozo de papel con una imagen. Pero si te adentras en su interior, si miras fijamente, al tocar el papel, cerrar los ojos y grabar la imagen en la mente, recuerdas ese momento, viajas otra vez al instante de la fotografía y te transmite una sensación que solo puedes describir con un suspiro y todo esto son... recuerdos, felices o tristes pero siguen siendo recuerdos. A veces sentimos añoranza, alivio pero la sensación que recorre nuestro cuerpo en ese instante es indescriptible.
Nunca, jamás habrá dos fotografías iguales, porque aunque las saques seguidamente en nuestra cabeza pueden estar pasando mil pensamientos que nos pueden hacer cambiar un simple gesto, una mirada la sonrisa o incluso el cerrar de los ojos. Nunca puedes saber que vas a llegar a capturar porque la exactitud ni la perfección existen, las cosas son bonitas por sus imperfecciones. Su expresividad a la hora de mirarlas es única.Y pensar que hasta hace poco pensábamos en una fotografía como un simple trozo de papel...

Una imagen, vale más que mil palabras...